Entrevistas

Todo lo que se diga sobre Ramiro Fernández es poco y me congratula muchísimo el hecho de que haya aceptado contestar a esta entrevista tan especial, al menos para mí, pues como bien sabéis estamos en el número 200.
Yo quería entrevistar a alguien especial y uno de los mejores candidatos era él por toda su ya conocida trayectoria, y aunque no es la primera vez que le entrevisto, esta vez ha sido especial.
El pasado día 17 de mayo Ramiro estuvo en Valladolid e impartió una de sus estupendas conferencias y estuvo especialmente dirigida a los jóvenes y futuros profesionales de este sector. Como ya se os informó en su día, recordareis que fue a través de la Fundación de la Universidad Isabel I de Castilla en el Centro de F.P Río Duero.
Allí hizo la presentación de su último libro “De los pies a la cabeza: Mis vivencias con el futbol y La Roja”
Ramiro, ante todo darte las gracias por el tiempo que nos vas a dedicar, pues sabemos que eres un hombre muy ocupado. Decirte también que habitualmente yo soy el que dirige la revista y por lo tanto yo formulo las preguntas, pero en esta ocasión por ser un número especial y la persona a entrevistar, en este caso tú, causas tanta admiración entre los profesionales, que pensé que sería interesante que una gran parte de las preguntas estuvieran hechas por compañeros de profesión y me han transmitido lo que ellos te preguntarían si te tuviesen delante.
Sé que quizás la entrevista va a ser más larga de lo habitual y de hecho me ha costado seleccionar las preguntas que posiblemente son las más interesantes de las muchísimas propuestas recibidas.

1.- La primera pregunta que hago siempre es ¿cómo y por qué fue el llegar a ser peluquero?
Tenía apenas 16 años. Estaba interno estudiando en el Corazón de María, en Valmaseda, Vizcaya. Mi idea era estudiar el Bachillerato y empezar a preparar los estudios superiores de sacerdocio, pero un día mi hermano mayor, José, que regentaba una barbería en el puerto de El Musel, en Gijón, convenció a mi padre para que dejara todo y fuera a ayudarle a sacar adelante su negocio. Al parecer la frase de José que acabó por conseguir el beneplácito de mi padre fue: “Déjemelo a mí que yo a este lo espabilo”. Desde aquel día hasta hoy han pasado más de seis décadas…

2.- ¿Qué fue lo que realmente te enamoro de la profesión de peluquero?
No podría citar una sola cosa. El apostolado se puede llevar de muchas maneras. Lo que tengo muy claro es que la profesión de peluquero me ha dado todo lo que tengo en esta vida. Siempre he dicho que soy el peluquero más afortunado del mundo y estoy enormemente agradecido a la profesión. Por eso desde hace muchos años dedico tiempo y esfuerzo en defenderla e insisto en la necesidad de que haya una formación reglada en la Universidad. Quizá mis ojos ya no lo vean, pero se conseguirá.

3.- ¿Cómo se llega a ser tan grande, tan querido y tan respetado por todos tus compañeros, en un gremio dónde la envidia es inevitable?
No lo sé. Quizás esa pregunta la deberían responder quienes opináis así tan generosamente sobre mí. Hay valores, como el sacrificio, la disciplina y el esfuerzo, que me inculcaron mis padres, Dionisio y Candela, y que siempre llevo por bandera. Tal vez eso y la generosidad hayan sido suficientes para verme rodeado de tantos y tan buenos amigos. Insisto, soy el peluquero más afortunado del mundo.

4.- ¿Crees que en el éxito tiene más parte lo bueno que uno es en cuanto a la formación como profesional o se debe más al don de gentes o a cómo se relaciona uno socialmente?
El éxito es el resultado feliz de una empresa o una acción emprendida. Para alcanzarlo, pienso, se deben conjugar muchos factores. Lo que está claro es que es muy difícil llegar a tener éxito por un golpe de fortuna. Lo normal es que llegue como resultado de mucho esfuerzo y dedicación.

5.- A pesar de tu exitosa vida profesional y contando con tu dilatada experiencia, si volvieras a empezar ¿qué cambiarías en tu modo de gestionar la empresa, la profesión como pasión y la familia cuando todas se solapan? ¿Cómo conseguirías o se puede conseguir un equilibrio entre esas tres cosas, con lo difícil que resulta?
Estoy convencido de que cambiaría muy pocas cosas. Fíjate. Me establecí en 1966 y abrí mi actual salón de peluquería en Oviedo en el año 1974 y puedo decir orgulloso que a día de hoy sigue siendo un establecimiento vanguardista y moderno. Tengo además la fortuna de contar con un excelente equipo de colaboradores que me ha permitido viajar, estar al día de modas y tendencias, atender a la Selección, escribir libros y siempre han respondido de forma ejemplar. Cuando uno ama una profesión el equilibrio entre su vida profesional y personal se consigue solo.

6.- ¿En qué crees que te puedes haber equivocado y como lo podrías mejorar?
Seguro que, en muchas cosas, pero cuando he sido consciente de alguna equivocación he pedido perdón si la ocasión lo requería o he puesto los medios oportunos para evitar que volviera a suceder. ¿Quién no se ha equivocado alguna vez en su vida? Lo importante es aprender de los errores con humildad y sinceridad.

7.- ¿Para ti, qué es la psicoestética y por qué la mayoría no saben lo que es ni hacen uso de ella?
La psicoestética es la ciencia que se ocupa de coordinar los diferentes aspectos de la moda, es decir, el vestido, el calzado, los adornos y el peinado. Hay que tener en cuenta que la moda no es un capricho del momento sino la interpretación científica de los gustos colectivos. ¿Para qué? Para satisfacer ese afán humano de actualizarse porque, actualizarse es rejuvenecerse. Es cierto que en muchos casos se desconoce la palabra psicoestética, pero también es cierto que se vive su significado. Siempre digo que no hace falta conocer la palabra amor para estar enamorado.

8.- Eres peluquero, psicoesteta, escritor... ¿qué es lo que te falta por hacer, algo que no has hecho y que te gustaría haber hecho y que esté fuera del mundo de la peluquería?
Afortunadamente, a mi edad, ya tengo satisfechas todas mis vanidades. A nivel profesional sí tengo varias cosas que me gustaría hacer y que confío en poder hacerlas, a nivel personal, seguir disfrutando, aprendiendo y que la salud me respete.

9.- Ramiro según van pasando los años ¿tú crees que este oficio va quemando tanto a los profesionales que al final el trato con sus clientes psicológicamente puede afectar a la vida cotidiana de cada uno?
No creo. Hay que olvidarse de la figura del barbero parlanchín que habla del tiempo, de fútbol, de política… Cualquier profesional que atiende a un cliente y analiza las posibles anomalías que tenga en su cabello o en su cuero cabelludo, que aconseje y asesore, tendrá siempre un nuevo reto con cada persona. Es una cuestión de voluntad y de profesionalidad.

10.- Si volvieses al pasado momentáneamente y te vieses a ti mismo durante solo 15 minutos ¿Qué le dirías a tu “yo” de hace 40 años?
Ufff muchísimas cosas. La vida es un continuo aprendizaje y en quince minutos uno puede aprender de todo, pero respondiendo a tu pregunta te diría: “vamos Ramiro que lo estás haciendo muy bien, pero esmérate y esfuérzate más porque seguro que aún lo puedes hacer mejor”.

11.- Habitualmente en nuestro sector la subida de precios se suele hacer una vez al año. La desproporcionada subida de los suministros energéticos (luz y gas) nos han trastocado los gastos de nuestras peluquerías. ¿Crees que se debería modificar nuestra tarifa de precios, aunque no sea el mes en el que habitualmente cambiamos los precios?¿Tú lo has hecho? Si es así, ¿de qué forma lo has repercutido?
La subida del precio de los suministros, la subida del IVA… todo ha subido y todo sigue subiendo. Lo que hay que hacer es tener claro cuáles son los gastos fijos de un negocio. Saber cuánto nos vale cada día subir la persiana de la peluquería y, a partir de ahí, fijar precios y ajustar gastos. En pleno siglo XXI un profesional de la peluquería, además de dominar el peine y las tijeras, debe tener unos conocimientos básicos de nutricosmética, química, dermatología, psicología, dibujo, informática, idiomas… Una cosa es ser un buen peluquero que debemos de serlo… y otra ser un buen gestor de un salón de peluquería.

12.- La actual moda que tenemos de corte degradado incluso partiendo de parietales y nuca afeitados no favorece a todo el mundo, pero muchos jóvenes quieren llevarlo y tenemos una gran dificultad en decir al cliente lo que mejor le puede mejorar su imagen. ¿Qué argumentos les podemos dar para realizar lo que creemos que les puede favorecer teniendo en cuenta que esta moda es muy potente?
Siempre he defendido que nuestra labor es aconsejar no imponer. Lamentablemente a día de hoy la moda ha arrinconado a la estética y eso se palpa en la imagen, por ejemplo, de los futbolistas, líderes difusores de tendencias que la sociedad, en especial los jóvenes que citas, imita e idolatra. Considero un imperativo la necesidad de conocerse a uno mismo, de tener una coherencia variable acorde a cada momento de nuestra vida y, ante todo, de adaptar la moda a nuestra personalidad.

13.- ¿Cómo crees que nuestro colectivo podría luchar más eficazmente ante la inminente subida de impuestos, cotizaciones, etc.?
Con unidad. Hay un proverbio africano que dice: “si quieres llegar rápido vete solo, si quieres llegar lejos, vete acompañado”.

14.- ¿Por qué muchos de los socios miembros de las diversas asociaciones no se comprometen ni se implican más activamente en las actividades?
Es una pregunta que deberían de responder ellos y quienes reclaman ese compromiso y esa participación activa deberían preguntarse si lo que se ofrece o se propone es realmente atractivo y necesario. Querer es poder, sin querer nada se logra porque las palabras conmueven, ¡pero los ejemplos arrastran!

15.- Cuéntanos esa gran experiencia que nunca olvidas de las muchas que seguro tienes.
Vivir in situ en el estadio Soccer City de Johannesburgo ver a España proclamarse campeona del mundo. Justo antes de la pandemia acabé de escribir mi último libro que titulé “De los pies a la cabeza: Mis vivencias con el fútbol y la Roja” en el que repaso mis casi tres décadas acompañando y atendiendo a todos los integrantes de la Real Federación Española de Fútbol. Me permitió revivir aquel día y es verdad que jamás lo olvidaré.

16.- Como cliente y o personaje de los muchos a los que has conocido ¿cuál es el que más te ha impactado y por qué?
Quizás Severo Ochoa, Premio Nobel de Medicina, pero he tenido la fortuna de cortarle el pelo a Nelson Mandela, a George Bush, a Gorbachov, a Adolfo Suárez…

17.- ¿Para cuándo y de qué forma tienes preparada la retirada?
Siempre digo lo mismo. Solo me retiraré si la salud me obliga. Seguiré en mi Salón exprimiendo la vitalidad que tantas satisfacciones me ha reportado, aunque ahora toque dosificarla. Y continuaré estudiando y formándome, porque independientemente de la profesión a la que uno se dedique, es vital para adaptarme a los cambios vertiginosos a los que nos enfrentamos.

18.- ¿Ramiro quieres añadir algo a esta entrevista?
Muchísimas gracias por invitarme a vuestro aniversario y felicitaros a todos de corazón. He disfrutado respondiendo a esta entrevista. Todo lo que sea hablar de peluquería es un placer.

Muchas gracias Ramiro por tu tiempo.