14/11/2018 Entrevista a Roberto Serna Roberto siempre tuvo claro que se quería dedicar a la peluquería de caballeros, y con su apuesta no se equivocó, pues aunque iba a contracorriente de la moda de los últimos años que casi imponía abrir un salón unisex donde se hacía de todo… él sin embargo optó por la especialización y hacer bien lo que sabía. El tiempo ha demostrado que no se equivocaba.
1.- Roberto, cuéntanos el cómo y el por qué decidiste dedicarte a esta profesión.
¡Muy buenas Mario! Pues ya desde pequeño cuando me llevaba mi madre a la peluquería donde iba ella, me fijaba como trabajaba la peluquera, y me llamaba la atención, aparte de jugar con los rulos y los bigudíes jajaja.
Decidí dedicarme a esta profesión por la creatividad que puedes hacer con el pelo y que cada persona, cada cabeza y cada pelo son diferentes y no es un trabajo monótono. Así que me puse a estudiar peluquería. Saqué los 5 años, y de la mano de un gran peluquero y estilista como es Ángel Sebastián me puse a trabajar con él, y fue el quien me enseño todo en mis principios como peluquero, lo cual estaré siempre muy agradecido de haber podido formar parte de su equipo, como jefe y como maestro. ¡Gracias Ángel!
2.- ¿Qué criterio te guía y te parece importante para seguir manteniéndote actualizado?.
Sobre todo las modas, porque son de ida y vuelta. Los estilos van cambiando con los tiempos, pero al final vuelven a llegar a estar de moda, pero con algún cambio que lo refina y lo vuelve a poner en tendencia.
3.- ¿Crees que la peluquería de caballeros ya está volviendo a separarse de la de señoras especializándose como tal?.
Yo soy de la opinión de que no hay que mezclar los churros con las merinas, (es mi opinión, respetando a mis compañeros/as y sin ofender a nadie) a mí me ha llegado a pasar en Madrid, en un gran centro de peluquería, de llegarme un chico para hacer un cambio de look, asesorarle de darse unas mechas, un color, etc. y contestarme que no porque le daba vergüenza que le vieran las chicas que allí había, con un gorro puesto o con el papel de plata en la cabeza, y sé que en chicas también pasa. Así que la peluquería de caballeros por un lado y la de señoras por otro.
4.- Cuando tú te independizaste, ¿tenías claro que solo harías hombres?.
¡Completamente! lo tenía clarísimo, me gusta más realizar cortes y estilos en caballero que en señora.
5.- Dime algo que haces hoy en la peluquería, pero que no te gusta hacer.
Buff, pues… la verdad es que me gusta todo, jajaja, no sabría que decirte.
6.-¿Si no hubieses sido peluquero, qué te hubiese gustado ser?.
Pues me gusta mucho cocinar y la música, por esas dos vertientes me hubiera inclinado a realizar jejeje, lo de la música ahora mismo lo tengo de hobby jejeje
7.- Sé que te gusta tocar la guitarra. ¿En tus ratos libres en la peluquería, la tocas incluso delante de los clientes?.
jajaja pues hace años tenía más tiempo libre en la peluquería y si venia algún cliente o amigo y me lo pedía…, pero ahora no me da tiempo, por suerte hay mucho trabajo. Pero lo que sigo haciendo, desde que tengo mi peluquería, es que cada vez que los clientes me dejan bote, tengo la guitarra colgada al lado de la caja, les toco un rasgueo jajaja como agradecimiento y algunos niños ya traen su dinero propio para echarlo en el bote y que suene la guitarra.
8.- Cuéntanos algo de tu breve paso por la directiva de ASEIMPEVA.
La verdad es que si fue breve porque el compaginar la peluquería con la familia no da tiempo y faltan horas en el día, es una pena porque desde la asociación se crean cursos de todo tipo, información para todos de todo lo relacionado con la profesión, etc… y en mi caso apenas puedo ir, pero la labor que hacéis desde la asociación es muy grande, ¡enhorabuena!
9.- Hazme un resumen del planing de un día laboral ordinario en tu negocio.
A las 9,30 empiezo a trabajar hasta las 14:00 y luego vuelta a las 16,30 hasta las 20:00 h que por lo general no salgo antes de las 21:00, pero contento por el trabajo que realizo.
10.- ¿Qué le recomiendas o que le dices a ese profesional que a pesar de ser bueno está trabajando solo?. Por ejemplo es tu caso y el de muchos.
La verdad es que no nos lo están poniendo fácil. A la hora de contratar alguien para que trabaje con nosotros… empiezas a echar números, y comienzas a ver lo que te vale tener un empleado, el sueldo, etc… y te echa para atrás. Muchas veces por miedo a que salga mal, sobre todo por la clientela, y luego encontrar alguien bien cualificado en caballeros cuesta mucho, y el que es un buen profesional se monta su propia peluquería, con lo cual es más difícil todavía encontrar empleado.
11.- Esta profesión ha dado pasos muy importantes, pero si estuviese en tus manos, ¿qué es lo que te gustaría cambiar?.
Si estuviera en mis manos, el I.V.A. porque creo que la peluquería no es un artículo de lujo, es un bien necesario para todos.
También impondría un carnet profesional para que todo el que quiera poner un salón de peluquería fuera profesional, así evitaríamos que cualquier persona montara peluquerías sin dar unos mínimos de calidad, servicio, atención al cliente y que se tiraran los precios en las peluquerías.
12.- ¿Te ha sorprendido que se haya destapado esa trama de blanqueo de dinero en ciertas cadenas de peluquerías de bajo coste?.
No, la verdad. Estaba claro que antes o después iba a estallar por algún lado. No se pueden dar duros a cuatro pesetas.
13.- ¿Es difícil afrontar en el salón cuando un cliente tiene problemas capilares, te pide consejo y el que le atiendo no tiene pelo?.
La verdad que es un tema difícil, como es mi caso jajaja, pero hoy en día los profesionales tenemos que estar preparados para saber capear estas dudas o preguntas de los clientes. Hay que tratar el tema con delicadeza, pero siempre dejando una puerta abierta para que el cliente no se sienta ofendido y en cada caso, ofrecerle e informarle de las posibilidades que tiene, porque cada problema es diferente y con diferente solución.
14.- Cuéntame alguna experiencia que te haya pasado y que no olvidas.
Un día, estando trabajando en la peluquería de Ángel Sebastián, entró un señor a cortarse el pelo, le lave la cabeza… le paso al sillón, le pongo la capa de corte y le pregunto: ¿cómo quiere que le corte el pelo?. A lo que me contesta, todo serio: En silencio y sin molestarme. Me quedé sin palabras, me puse a cortarle el pelo del mismo estilo que lo traía, sin córtale mucho, le peiné, pagó y se fue sin decirme ni un sola palabra.
Jajajaj me quedé sin saber que decirle jajaja.
15.- ¿Quieres añadir algo a esta entrevista que no te haya preguntado?.
Nada más Mario, un placer y que hacéis una labor extraordinaria todos los de la asociación.
MUCHAS GRACIAS Y UN SALUDO A TODOS
Muchas gracias por tu tiempo Roberto.
Octubre 2018