Entrevistas

Alberto es la tercera generación que se enfrenta a la gratificante tarea de embellecer diariamente la cabellera de las personas. Peluquero tradicional de caballeros y con la escuela clásica que le inculcaron sabiamente su abuelo y su tío Modesto.
Son casi cincuenta años los que va a cumplir la peluquería donde actualmente sigue trabajando, en el barrio de la Victoria si preguntas por ella, seguramente nadie va a dudar al decirte donde está ubicada.

1.-Alberto, cuéntanos cómo y por qué te dedicaste a esta profesión y que es lo que fue más llamativo de ella para ti.
Me crié en la barbería de Modesto (mi abuelo) en Barcial de la Loma.
Desde los ojos de un niño veía una peluquería que para mí era un sueño… con el tocador y el sillón de madera de rejilla…. todo un clásico y muy bien montada para la época.
Después de pasar por diversas peluquerías de Valladolid, mi tío Modesto decidió establecerse por su cuenta y yo pasaba los sábados y todas mis vacaciones en ella.
En unas vacaciones por decisión propia me quede aprendiendo un gran oficio que pasó de ser un juego, a ser mi gran pasión y profesión.
En el momento actual represento la tercera generación, de lo cual estoy muy orgulloso.

2.-Cuando empezaste en esto eras muy joven, las cosas evolucionan, pero… ¿pensaste en algún momento que la barbería volvería como lo estamos viendo ahora?
Nunca pensé que volvería la barbería clásica y menos que las nuevas generaciones usasen tanta maquina eléctrica.
A través de los años va cambiando todo; era impensable que para empezar un servicio trabajases con maquina desde el inicio, cuando antes eso solo se utilizaba para marcar cerquillos y patillas con una máquina manual.
Jamás pensé que las barberías volvieran a estar de moda… resulta que es lo que nosotros llevamos haciendo toda nuestra vida (afeitado, arreglo de barba a tijera y máquina) y para nosotros es nuestro día a día y para nuestros clientes una tendencia.

3.-¿Qué opinas de la recuperación de la peluquería tradicional y de la barbería especializada?
Estoy encantado de que las nuevas generaciones aprecien el arte de este oficio habiendo sido la peluquería tradicional la base de todas las actuales y más como puede ser mi caso. ¿Qué es un degradado?, es una disminución que nace de cero hasta donde tu la quieras llevar sin que se aprecie escalón.

4.-¿Crees que el problema de competencia de peluquerías digamos… low cost va a disminuir porque ahora no van a poder aguantar esta crisis?
Todos estamos sufriendo esta crisis, estas peluquerías juegan con el bajo coste mientras que nosotros jugamos con la profesionalidad, por lo tanto, está todo en manos del cliente, aunque sabemos que la economía también juega un papel importante en este aspecto. Esperemos que todo mejore y trabajemos sin problema dejando elegir al cliente lo que más le convenga.

5.-Tú al igual que muchos otros estuviste ya de peluquero en el servicio militar. Cuéntanos algo sobre aquella experiencia.
¡Cómo lo sabes Mario!… será porque tú ya estabas allí cuando yo llegué. (risas)
Allí tuve el placer de conocer a seis personas relacionadas con la peluquería y tuvimos nuestros grandes momentos que se quedaron en bellos recuerdos y una gran amistad que espero que dure muchos años más.

6.-¿Qué método o criterio utilizas o te parece importante para seguir manteniéndote actualizado profesionalmente?
Cuando conoces al cliente de niño y envejece contigo sobra cualquier tipo de criterio sobre sus gustos, aun así, creo que la mejor escuela es el propio cliente que sabe perfectamente lo que quiere… además, sigo en contacto con diferentes profesionales que nos reunimos periódicamente para ponernos al día.

7.-Sé que habitualmente en tu peluquería trabajabas sin cita previa. Cuéntanos como ha sido la experiencia cuando por culpa del COVID- 19 lo habéis tenido que hacer por obligación.
En nuestra peluquería nunca habíamos trabajado con hora; y debido a la situación nos hemos visto obligados a cambiar nuestras costumbres… y siguiendo tus indicaciones y sabios consejos, por tú experiencia, por ejemplo, me dijiste… “apunta con lápiz, no termine la hoja llena de borratajos” etc. nos costó un poco al principio, pero a día de hoy vamos tomándolo como una rutina.
A día de hoy sigue mucho público asistiendo sin hora, nos cuestan un poco los cambios, pero con el tiempo nos parecerá normal y nos daremos cuenta de que es mejor tanto para el cliente como para nosotros ya que el tiempo de espera es mínimo… bajo mi criterio es un avance muy positivo, teníamos que haberlo cambiado mucho antes.

8.-¿Está siendo menos perjudicada la peluquería de caballeros que la de señoras con el tema de la pandemia?
En comparativa la peluquería de señoras tenía clientela todas las semanas, peinados, tintes, mechas, moldeados..., en caballeros también lo notamos. El que se cortaba todos los meses ahora tarda mes y medio, otros ya van con la cabeza lavada y en cuanto los afeitados se han reducido aproximadamente un 15%.
No sabría decirte cual está más afectada. En líneas generales lo estamos notando y mucho todos.

9.-Con tanta liberalización de horarios, ¿crees que somos más esclavos y los clientes más exigentes con el horario?
Los clientes van buscando su comodidad ¡siempre! y hay quien realmente se adapta a ti sin más.
Nosotros al ser varios, siempre hemos tenido un horario amplio y si estas solo tienes que marcarte un horario, lo que está claro es que casi todo el público tiene su horario y casi siempre hasta podría asegurarte que el mismo día de la semana.

10.-Imagínate por un momento que todas las peluquerías se ponen de acuerdo ¿qué es lo que tú intentarías conseguir?
Precio único en los servicios igual que en las farmacias… aunque eso sea una utopía y por supuesto los mismos impuestos para todos. Todos en alguna ocasión hemos pensado que con esos precios tan bajos… ¿cómo narices pagan todos los gastos?

11.-Dime algo que te gustaría mucho hacer en la peluquería, pero que no puedes hacerlo.
Todos tenemos clientes que les cambiaríamos el corte de una forma radical, pero hay clientes que por su posición laboral o personal no se atreven. Aunque les asesoras, no admiten cambios.

12.-Cuéntame alguna experiencia que te haya pasado y que no olvidas.
Un joven de unos treinta años (cliente desde niño) llevado por la moda, me pidió un degradado… le explique que para él era un corte que no le iba a quedar bien por tener las orejas de soplillo… yo siempre disimulándole y para no destacar más su defecto; pero muy decido por la moda y los amigos, no hubo remedio.
Al rato apareció su madre a echarme la bronca y eso que le había dicho el hijo: “Mamá que fue idea mía, el peluquero me avisó” Casi me come.

13.-Si estuviese en tus manos retroceder en el tiempo ¿qué cambiarias de tu vida con respecto a lo que harías en esta profesión o que otra cosa sería lo que hicieses?
No cambiaría nada, estoy muy contento con mi profesión y la disfruto como si fuera niño, creo que acerté el día que decidí dedicarme a esto.

14.-¿Con respecto a tu predecesor tu tío Modesto, seguís con la misma filosofía de negocio o lo habéis enfocado con otro criterio?
No hemos tenido que cambiar apenas nada, Modesto era un “As de la peluquería clásica” y siempre nos dejaba los jóvenes para nosotros. Ahora seguimos la misma línea que nos inculcó; hacerlo lo mejor posible sin mirar tiempo e intentando dar lo mejor de nosotros.
La mejor manera de ver los resultados es cuando los clientes empiezan contigo de niños y vas viendo la vida pasar a su lado.
Como ya sabes en marzo cumplimos cincuenta años al lado de nuestra clientela, que afortunadamente ahora son clientes y amigos.

15.-¿Quieres añadir algo a esta entrevista que no te haya preguntado?
Darte un choque de codo Mario, ya que la situación no nos permite darnos un abrazo y desear a todos que salgamos airosos de esta terrible situación, tanto económica en parte por los impuestos como emocional, y que la salud nos acompañe por muchos años para seguir pudiendo dar un buen servicio a nuestra clientela que se lo tiene merecido.
Disfrutad mucho y gracias por todo.

Muchas gracias Alberto por tu tiempo.