15/09/2022 Entrevista a CLARA ARGÜELLO Clara es una de esas profesionales que empezaron muy jóvenes y con mucha vocación e ilusión, lo que comenzó como un juego se transformó en su profesión, la cual ha ido enriqueciendo ya desde el principio con una formación continua, actualizada y con innumerables cursos a sus espaldas. Lleva 40 años en la profesión y acaba de cumplir su 35 aniversario con su propio negocio. Sin duda todo un ejemplo.
1.- Clara cuéntanos cómo y por qué te dedicaste a esta bonita profesión.
Hola Mario, lo primero darte las gracias por la labor tan importante que haces en la revista, por tu esfuerzo y dedicación.
Yo empecé muy pequeña como a los 10 o 12 años a peinar a una vecina del pueblo. La encantaba cuando la andaba en la cabeza, nada más que pasaba el cepillo o el peine por el hecho de peinarla, y creo que fue ahí cuando empezó mi vocación. Luego un día pasaron los del C.E.M. a coger gente para hacer cursos y mi hermana pequeña (que por desgracia ya no está) hizo puericultura y yo peluquería, que en aquel entonces lo impartía Cabado en su academia por mediación del C.E.M. De eso hace ya 40 años.
2.- Seguro que disfrutas mucho en tu trabajo, pero dime algo que nunca harías en la peluquería.
Me encanta mi trabajo y creo que sería capaz de hacer cualquier cosa que me pidieran en la peluquería. Si de entrada no lo supiera hacer ya intentaría saber cómo se hace por medio de Facebook o Instagram ya que hoy sale ahí de todo y cómo se hace.
3.- Cuando decidiste que ibas a ser peluquera ¿tuviste algún sueño especial que quisieras realizar?
Sí, siempre quise hacer un desfile de peluquería y casi tuve uno preparado en colaboración con tiendas del barrio, pero nunca lo llevé a cabo. Lo que sí que hice un año en el Colegio del Carmen donde mis hijos han ido a estudiar, fue una demostración que los padres hacían de sus oficios.
Les demostré a dos clases de preescolar (la clase de mi hija y la otra del mismo curso) lo que era la peluquería y la importancia de la higiene en la cabeza para que no llegaran a tener piojos. También les llevé unas muñecas con unos recogidos ya hechos y les puse unas extensiones con lanas de colores a las niñas y a los niños les hice unas mechas en el flequillo con rímel de color. Para mí fue un día precioso que no olvidaré.
4.- Cuando te levantas por la mañana con mucho ánimo, ¿qué trabajo es el que quieres que te pidan ese día en la peluquería?
La verdad es que no pienso en ningún trabajo especial, solo voy a trabajar, y hacer mi trabajo lo mejor posible y con la misma ilusión que el primer día, queriendo sobre todo que salga bien, es la mayor satisfacción. Cuando algún trabajo no sale bien, a la primera persona que le molesta es a mí, y… al contrario, cuando algo sale bien me llena de orgullo el trabajo que elegí.
5.- ¿Qué es lo más raro o difícil que te has encontrado en todos estos años?
Lo más raro es que un día quisieron que tiñera el pelo a un gato de rosa.
Al final yo no me atreví a hacerlo y le preparé el tinte para que el dueño se lo hiciera en su casa, creo que le quedó bien, pero no llegue a ver al gato.
Eso fue hace muchos años, como unos 30, hoy día hasta se lo hubiera hecho yo.
6.- Cuéntanos cuál han sido las grandes satisfacciones que te ha dado esta profesión.
Han sido muchas satisfacciones.
Conocer a tantísima gente tan maravillosa como la que ha pasado por mi peluquería… imagínate en 40 años de profesión la cantidad de clientes que han pasado, de los cuales algunas clientas ya no están y te acuerdas de ellas.
Por otro lado, viajes muy buenos y compañeros de la profesión que en tantos años he conocido y con los que siempre habrá una amistad especial, aparte de haberme ganado la vida económicamente desde el primer momento de salir de la academia.
7.- Si tuvieras que volver a comenzar en esta profesión ¿qué es lo que nunca jamás harías o que cambiarias de lo que has hecho?
Pues no sé si cambiaria algo, creo que cada uno somos como somos y al final haría lo mismo, ya que haces las cosas como sabes y cómo crees que debes de hacerlo.
Sí que quizás lo pondría más como negocio y no de profesión, que es como al final creemos, que por ser peluqueros hacemos peluquería y no lo vemos realmente como un negocio.
8.- ¿Qué importancia tiene para ti el reciclaje en esta profesión y cómo ha influido en ello la asociación?
El reciclaje tiene muchísima importancia, de hecho, yo me lo tomé muy en serio y nada más salir de la academia me fui a Barcelona para hacer cursos. Cada año iba a hacer uno. He hecho con Llongueras, con Cabado, con Urbea… de los mejores de allí y la asociación me parece que tiene un papel muy importante haciendo también cursos y demostraciones. Lo malo es que los peluqueros de Valladolid y me imagino que de otras ciudades cercanas, posiblemente no lo aprovechan o valoran lo suficiente y debería apoyarlo más la gente, van pocos peluqueros a esos cursos.
9.- ¿A qué famoso/a te gustaría cambiar de imagen y dinos por qué?
No sabría decirte a que famoso cambiaría la imagen, pero sí que me fijo mucho en que el pelo esté tratado o estropeado o si le queda bien con sus facciones, es muy importante eso.
10.- ¿Qué sentimientos te alegran y te entristecen cuando por ejemplo tu hija ves que está siguiendo tus pasos en esta profesión?
Los sentimientos que me crea ver a mi hija en la misma profesión, es que me gustaría muchísimo que solo sintiera esta profesión como mínimo un poco como yo, y si no fuera así siempre, digo que lo deje, pues la peluquería es igual que la estética, que es lo ella hace, ¡hay que sentirlo de verdad! y es algo que hay que hacer con muchas ganas y cariño, si no, no te va a salir bien. Necesita un esfuerzo y ese esfuerzo solo se hace si de verdad te sale de dentro.
11.- ¿A qué crees que ella se tendrá que enfrentar y por lo que a ti no te ha tocado pasar?
Se tendrá que enfrentar sobre todo a las redes sociales, ya que ahora todo negocio va por las redes sociales.
12.- ¿Has tenido en la peluquería alguna vez alguna insinuación o proposición digamos… deshonesta? Si es así, ¿cómo lo toreaste para salir de esa situación?
Yo prácticamente no he tenido ninguna proposición deshonesta, pero una vez puse un anuncio para buscar una esteticista y me contestó al anuncio un chico que… ¡estaba dispuesto a todo!, todo lo que las clientas le demandaran. Le dije que esas proposiciones no se hacían en una peluquería, si no en otro sitio en particular.
13.- Se que has cumplido 35 años con tu peluquería. Muchos recuerdos y muchas experiencias ¿verdad? ¡Cuéntanos alguna anécdota que quieras destacar!
Como ya te he dicho antes, sobre todo el recuerdo de tantas clientas que hoy no están y las recuerdas con mucho cariño.
Pero sí hay una clienta especial que era muy inteligente, muy alegre y nos contaba muchos chistes cada semana y a mí me encantaba hablar con ella porque siempre aprendía algo.
Siempre tenía una palabra buena para todo el mundo. Solía decirme con cariño que cuando muriera tenía que peinarla porque “no podía ir al cielo sin peinar después de estar peinada toda la vida, ya que si no los suyos no la reconocerían si no iba peinada y con los labios maquillados de rojo”.
14.- ¿Crees que se llegara a conseguir la bajada del I.V.A?
La bajada de IVA seguro que sí lo conseguiremos, pero tenemos que hacer más fuerza. Es una pena que en las manifestaciones estamos cuatro monos defendiendo lo de todos los peluqueros. Deberían participar muchos más por el bien de todos.
15.- ¿Quieres añadir algo a esta entrevista y que no te haya preguntado?
Solo felicitar a las casas comerciales por hacer mucho mejores los productos. Cuando yo empecé hace 40 años las manos se me ponían de pena con heridas por culpa de los champús y los líquidos que eran fuertísimos, igual que el olor. Ahora cada vez son mejores y los olores más suaves y agradables.
Y también gracias a ti Mario por esta entrevista, ha sido un placer que me hagas esta entrevista ya que este año hago 35 años con mi peluquería.
Muchas gracias a ti Clara por tu tiempo y enhorabuena por ese aniversario.