Entrevistas

Maite es una gran profesional de la peluquería, que acaba de jubilarse tras muchos años de duro trabajo.

Ella sigue amando esta bonita profesión de la que dice que si volviese a nacer seria otra vez peluquera. Es interesante su experiencia y nos transmite entusiasmo y ganas. Dice que lo ha dado todo por este trabajo, siempre con educación y respeto hacia ese público al que se ha dedicado durante cuarenta años, treinta y tres de los cuales estuvo en la misma empresa.

Quizá después de tanta pasión por la profesión he notado cierto sentimiento de no haberse sentido recompensada lo suficiente después de tantos años de duro trabajo.

1.- ¿Por qué eres peluquera?, cuéntanos el cómo y el porqué.
Pues mira siempre me gusto desde pequeña. De hecho yo peinaba a las muñecas, las hacia recogidos y esas cosas que hacen las chicas. Cuando tenía diez años se murió mi madre y nos vinimos a Valladolid. En la casa donde yo vivía había una peluquería y cuando salía del colegio me iba a la “pelu” y allí recogía los pelos, y así hasta que me enseñaron a lavar cabezas, que no veas tu lo que nos costaba hasta que nos enseñaban. Pues lo que era el aprendizaje de antes. Y cuando no había trabajo, a mi me enseñaban a tejer pelo, y hacia los ramales para luego hacer los postizos que cosíamos y las trenzas que luego vendíamos. Y así fue mi iniciación a la peluquería.

2.- Antes la gente era más valiente que ahora y con poca edad se aventuraba a tener un negocio, ¿fue este tu caso?.
Pues sí, porque con 16 para 17 yo monte mi primera y única peluquería, estaba en la Farola en la carretera de la esperanza y aquella era una época en la que se trabajaba todo el día hasta la una de la mañana. En Semana Santa se trabajaba el jueves, y el sábado por la mañana pero acababas a las tantas y hacíamos muchos moños, eso era fundamental. Hacías un moño, volvían a la semana siguiente y ese moño estaba intacto, lo volvías a cepillar, lo lavabas, preparabas los tubos y hacías otro moño, así era aquello.

3.- Te acabas de jubilar con lo cual has estado muchos años de profesión, ¿cómo ha sido el pasar del tiempo?, ¿en que ha mejorado y en cual ha empeorado esta profesión?.
Siempre se dice que el tiempo pasado fue mejor, pero para mí ni mejor ni peor, porque siempre hay que descubrir cosas nuevas… lo que pasa que hoy en día la gente joven intenta aprender en días lo que a otros nos costaba años y los días enseñan poco y los años mucho.

4.- ¿Fue evolucionando todo como te lo imaginabas o ha sido muy distinto?.
Ha ido todo siendo más o menos como me lo imaginaba, pero siempre se me ha quedado corto, ¡siempre! Porque yo si tuviese otra segunda oportunidad seguramente diría mas veces NO. Pero nunca se sabe, y sería un no general. Siempre es bueno aprender a decir que no porque al final termina saliendo eso de… bueno como es que le gusta, como su trabajo le gusta…aunque no me pesa, he sido feliz trabajando en lo que más me gustaba, por suerte tengo una familia que me lo ha admitido y me han ayudado en lo que más me gustaba. En ello he tenido plena autonomía de estar todas las horas que creía que debía estar. Todo ello por mi manera de sentir mi profesión.
5.- ¿En que ha mejorado la peluquería y en que ha empeorado?

Ha mejorado en que hay mas utensilios para poder trabajar, hay más opciones y te cuesta menos hacer ciertas cosas, pero sin embargo la verdadera peluquería, creo que tiene que volver otra vez, porque para la gente joven hoy día todo vale, en la peluquería aunque todo valga, pero si lo puedes hacer mejor y esforzarte más… en la peluquería yo creo que se ha perdido el aprendizaje. El aprendizaje es fundamental para cualquier trabajo, para cualquier profesión.

6.- ¿Te has arrepentido de ser peluquera y te hubiese gustado se otra cosa?.
Yo mi profesión, no la cambiaría por nada del mundo y por eso volvería a ser otra vez peluquera ¡no estilista, peluquera!

7.- Con todo esto que me cuentas, ¿qué grado de vocación hay hoy en día entre los jóvenes?.
Pues como en botica hay de todo, pero hay gente que lo encuentra muy fácil. Se ven muchas peluquerías que ponen y cogen a unas chiquitas que por cierto chiquitas es una palabra que me hace mucha gracia…sin embargo luego el jefe a lo mejor es otro que no tiene nada que ver con la peluquería, y eso a mi entender es lo que esta estropeando la profesión. Pues en eso entra lo de todo vale, una tenacilla un poco doblada ya vale,etc,etc… y hay una competencia desleal que cuando yo tenía la peluquería también existía, gente que aprendía en tres meses y se hacía peluquera, sin embargo yo debo de ser muy torpe pues a mí me costó años.

8.- ¿Eres partidaria de las peluquerías unisex o mejor especializados y separados?.
Me parece bien todo lo que se haga con buen gusto, o sea me parece muy bien la peluquería unisex siempre y cuando se separe un poco. No es cuestión de separar, si no que las mujeres somos muy coquetas e indudablemente no es agradable ver a una señora o señorita, con los tubos, el tinte, con algodones, etc.… ¡vamos que estas hecha un cuadro! Y creo que para ellas no es agradable que entre un señor o un chico y que te vea así. Pero estoy de acuerdo en la peluquería unisex siempre y cuando tenga la clase y la categoría que tienen que tener las dos. A mí me encanta la peluquería de hombres pero con profesionalidad y con caché, porque no todo vale.

9.- Después de toda tu vida y trayectoria profesional atrévete a dar un consejo a los que se quieran iniciar en esto.
Pues que no tengan prisa en hacer de todo ¡ya! Que se den un tiempo y que cuando se está haciendo un trabajo, ese tiempo es el que se necesita para acabar un trabajo bien hecho. Todos hemos tenido novio, marido e hijos y creo que la mujer hoy lo tiene un poco más difícil… pero tiene que separar un poco su casa de su trabajo. Hay que ser madre, esposa y también trabajadora. Y ser trabajadora significa trabajar, pero nunca depender de un sueldo, porque yo nunca he dependido de un sueldo porque nunca me han pagado lo que yo he hecho. Y también tener mucha educación en el trabajo y saber estar, ser servicial pero nunca servir.

10.- Según esto último que mencionas, ¿somos esclavos de los clientes?.
¡Si! Seguramente si, y el que no sea esclavo del cliente tiene muy pocos. Si, si, si…

11.- ¿Qué cambiarías de esta profesión?.
No lo sé…yo no cambiaría nada porque a mí no se me caen los anillos por abrir una puerta o por poner un abrigo, darte el gustazo de lavar una cabeza y poner una buena mascarilla. Para mí es un placer desde que se abre la puerta de una peluquería y entra una señora, hasta que la señora sale por la puerta. Por eso yo en general no cambiaría nada. Eso sí, cambiaria la mala educación, el no saber estar y el no saber ofrecer a los clientes lo que le van pidiendo. Por eso no estoy conforme con ciertas peluquerías que se están montando ahora…y volvemos a lo mismo. ¡Que no todo vale!.

12.- ¿Para ti, cuál sería la peluquería perfecta?.
La que está por llegar. Y se tiene que basar en la clase, la educación y el trabajo bien hecho. Porque eso lo ha habido pero se está perdiendo. En la peluquería ideal es importantísimo el hablar de moda, hablar de peluquería, del producto que tu estas convencido que le va a esa persona, y si resulta que hablas del fin de semana, o de si el marido no te hace caso o no duerme el niño…pues toda la esencia de la profesionalidad de la que te hablo se pierde un poco.

13.- ¿Qué es bueno para mantener vivo y actualizado?.
Ver muchísimo, saber lo que puedes hacer y lo que no puedes hacer, tener ilusión y trabajar. La ilusión es fundamental, yo a Dios gracias todavía sigo teniendo ilusión, y me moriré peluquera. Yo sigo pensando de la misma forma, porque aunque alguien diga “hay que evolucionar” se evoluciona trabajando, pero las ideas tienen que seguir ahí, tienes que pensar cómo hacer las cosas, como lograrlo y tener las ideas muy claras. Te puedes equivocar, pues todos nos equivocamos, pero en el trabajo bien hecho, la recompensa está en que la gente te siga y yo presumo que durante 33 años he mantenido a un público fiel, y eso que el público no es fiel. En la peluquería te dicen… “baje debajo de casa porque total para lavar y peinarme…” y un día esa persona no vuelve. Esto forma parte de nuestro trabajo, no podemos pensar en eso y pensar que como la gente no es fiel hagamos el trabajo de cualquier manera. Siempre hay que estar por encima, aunque a veces te preocupas en porqué no vuelve esa persona, pero no somos perfectos y a veces fallamos, y otras no vuelven aunque todo este bien hecho.

14.- ¿Qué opinas de esta frase: “Dime con que pelos vas y te dirá quién eres”?.
Yo me fijo mas en cómo esta ese cabello de cuidado que con que pelos vas. Yo me fijo más en la limpieza del cabello aunque lleve una cola de caballo, porque cuando una persona lleva el pelo sucio por muy bien arreglada que este, eso es lo que dice mucho de la gente.

15.- Cuéntanos alguna experiencia.
Pues estando haciendo un show creo que en Salamanca con la empresa en la que yo estaba, después de lavar a los modelos, maquillarles, etc. mi jefe, hacia los cortes y yo los peinaba y pensando que me echaba espuma en las manos, lo que hacía era echarme laca y se lo repartía en el pelo, y claro imagínate, estaba tan nerviosa…y las peinaba con la laca pensando que era espuma. Cuando me di cuenta, pase una vergüenza horrorosa.

16.- ¿Sabrías decirnos por qué el moldeado se extinguió de la peluquería?.
Los peluqueros tenemos muchas culpas, no nos las queremos echar, pero las tenemos, yo siempre lo he dicho.
Antes el moldeado era una baza fundamental en la peluquería, y no tenía que haberse desterrado como se ha hecho ahora. Moldeador, ahuecador, voluminador…como quieras llamarlo. Porque casi todos los pelos necesitan un soporte que puede ser de raíz, de puntas, etc., hay muchas formas de hacerlo. Quizá se desterró cuando entro en auge el color. Luego han venido las extensiones y te venden las mantas y las chicas se las ponen en casa porque es fácil, en TV se ve como pasar las planchas, etc… todo esto ha influido mucho y por eso yo pienso que junto a todo esto y al auge del color es lo que elimino los moldeadores de la peluquería.

17.- ¿Qué hace que una gran profesional como tú no intentase de nuevo crear su propia empresa?.
Como he comentado, yo tuve mi propia peluquería hasta después de casada, después tuve a mi hijo y lo deje. Luego me costó mucho volver a trabajar porque entonces mi marido no me dejaba, y cuando yo entre a trabajar en la firma en la que he estado tantos años, pues contestándote, lo primero estar al lado de un gran profesional y si lo pienso ahora fríamente pues me doy cuenta de que en la vorágine de trabajo que tenia…pues de repente un día dices “que hago yo aquí” y pasa como con la edad que un día dices “¿pero ya tengo yo esta edad?”, si yo no la siento. Yo a mis 67 años que jamás los he ocultado y la gente nunca me los ha echado, de lo cual me siento muy orgullosa. Y por eso se pasa el tiempo y cuando te quieres dar cuenta…

18.- Después de toda esta vida profesional, cuando uno reflexiona, ¿Qué conclusiones sacas, es decir, te sientes plena y recompensada por toda tu vida de trabajo, ha merecido la pena?.
Todo el mundo a lo largo de nuestra vida laboral, pasamos por muchas situaciones, unas más agradables y otras menos. Yo personalmente me siento defraudada, pero entiendo que también puedo haber defraudado. Yo hablo por mí y nunca ha sido mi intención defraudar, y posiblemente puede que lo haya hecho. Y también me he sentido satisfecha trabajando al lado de un buen y gran profesional.

19.- ¿Quieres añadir algo a esta entrevista?.
Bueno, pues como siempre me han gustado mucho y me encantan los recogidos y los tocados, me gustaría despedirme diciendo…”nunca he esperado a que las rosas se marchiten para ponerlas en el pelo” muchas gracias. (Diciendo esto se emociona)

Muchas gracias Maite

Diciembre 2013